Luna Llena en Virgo

Cada plenilunio es una oposición Sol Luna. El Sol, la conciencia, desde Piscis ilumina a la Luna, base emocional, en Virgo. Esta Luna Llena marca el cierre de un proceso que se inició en septiembre durante la Luna Nueva en Virgo. Esta luna sucede durante la cuadratura de Saturno en Acuario con Urano en Tauro. Puede que lo vivamos con tensión, stress, frustración, inquietud y sobre todo con miedo al cambio. Se siente que el cambio es inevitable y que ya no es posible volver a lo anterior. Saturno pide bajar lo nuevo, volverlo real, con sus límites e imperfecciones. Está en conjunción con Mercurio, regente de esta Luna. Mercurio directo, con ideas revisadas y renovadas durante su retrogradación es la mente clara y enfocada. Abandonar los viejos razonamientos, sistemas de pensamiento y modos de comunicación que no dan respuesta al momento presente, estimula la neuro plasticidad y la creatividad con sentido de lo real, lo útil, lo disponible. Hay aceleración pero necesitamos paciencia. Vivir los procesos sin apurarlos, para poder materializar y concretar lo nuevo. El eje Piscis/Virgo es el de la polaridad caos/orden. Eje de la existencia según Barbault. Esta polaridad es aparente. Ambos polos muestran los dos lados de la misma realidad. “El caos es un orden sin descifrar” afirma Saramago. El orden virginiano es sistémico, detallista, meticuloso. El orden pisciano es trascendente, superior y multidimensional. En septiembre nos preguntábamos qué podíamos limpiar y depurar, qué hábitos cultivar para acercarnos a nuestra esencia. Esta Luna completa el proceso de purificación y limpieza profunda. Virgo activa el discernimiento. Ayuda a seleccionar qué queda en nuestras vidas y qué se disuelve. Invita a observar nuestra afectividad para hacer una depuración en ese nivel. Es buen momento para cultivar nuevos hábitos y rutinas y desterrar lo que no es saludable. Trabajar el microcosmos que somos y ponerlo en servicio en el macrocosmos. Vibran en esta luna los tres niveles del amor: Luna, amor maternal nutricio y protector, Venus, amor erótico de la complementariedad y deseo por la vida y Piscis, amor universal, incondicional, oceánico. El Sol en conjunción con Venus fusiona el amor universal con el amor humano Venus en Piscis es una receptividad desbordada. Encontrar el equilibrio, las justas proporciones, sin endurecernos, es el desafío. La energía virginiana aporta un cauce, un orden, al amor universal. Piscis es final, cierre. Tiempo para cerrar procesos. Los deshechos se disuelven para ser el caldo de cultivo, la sopa cuántica del nuevo ciclo. Lo destinado a vivir y desplegarse, no muere. Será la semilla del nuevo comienzo. Piscis es experimentar la entrega, el abandono de sí. Se asocia al Dios Baco/ Dionisos que danza en éxtasis. Animarnos a nadar en la ambigüedad y nebulosidad, pisciana. Aprender a fluir en el caos. Reconocer las tendencias a evadir el contacto con lo real. Perdernos para encontrarnos. Permear los bordes para luego recortarnos con una identidad más íntegra en la que vibre la totalidad. Buena luna para todxs🌷 CD febrero 2021

  • 27 febrero 2021

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