Luna Llena en Piscis

Cada plenilunio marca un cierre, una culminación. Es clímax y toma de conciencia de un proceso emocional que se inició seis meses atrás. Esta Luna es mágica, intuitiva, ensoñada. Podemos experimentar extrema sensibilidad y sensación de confusión y caos. Piscis es el arquetipo de la disolución final. La conjunción de la Luna con Neptuno, regente de Piscis, es un tsunami de energía transpersonal. El inconsciente personal se sumerge en el océano del inconsciente colectivo. En lo individual se desvanecen expectativas e ilusiones. Momento de entrega, para dejar de forzar e insistir, y aceptar compasivamente lo que ya no puede ser. El Sol en Virgo ilumina nuestra tarea en el mundo práctico en conexión profunda con el ser. La conjunción con Marte en Libra, da la oportunidad de transformar el guerrero interior en un esgrimista. En vibración elevada propicia la acción consensuada. Promueve asociaciones y colaboraciones de través de relaciones claras, limpias y depuradas. En su versión impulsiva da unilateralidad y actitudes agresivas e invasivas. El trígono Sol Plutón nos conecta con ese núcleo invulnerable dentro nuestro que es capaz de mirar el miedo a la cara y llevarlo a la luz para que se desvanezca. Venus, Urano y Saturno forman una T cuadrada, aspecto tenso. Venus en Escorpio pone los vínculos en un proceso de transformación que implica aceptar lo negado e integrar la sombra. El dolor de morir a viejas formas de relacionarnos es parte de la danza. La cuadratura con Saturno en Acuario, pide objetividad, sentido de realidad y hacer el trabajo experimentando nuevas formas. Pide asimilar y aceptar que la velocidad, intermitencia y disrupción de los procesos de abstracción, son los ladrillos para construir la nueva realidad. La oposición con Urano en Tauro pone en crisis las relaciones basadas en el control, la posesividad y la seguridad. También interroga acerca de la autovaloración, recursos tangibles e intangibles y la capacidad de dar respuestas creativas al pulso de la vida. Mercurio en Libra en cuadratura con Plutón en Capricornio puede dar tensión y fricción en la comunicación. También da la posibilidad de hablar de temas difíciles, que mueven energía de verdad. El Trígono con Júpiter habilita acuerdos grupales y colectivos. Esta Luna se da en equinoccio, con toda la fuerza de la vida. En el ciclo anual es un momento sagrado. La primavera rasga los velos de la ilusión y brota la verdad. Días que invitan a perdernos para encontrarnos. De repliegue y lentitud para conectar con la trascendencia. Tiempo para recapitular y revisar el pasado personal, familiar y colectivo. Para entregar lo que termina en nuestras vidas a las aguas primigenias de las que todo surge y a las que todo vuelve. Que cuando la gran ola nos saque a la orilla estemos más íntegros y completos. Y que en la inmersión recordemos la Unidad que somos. Para inspirarnos en la entrega pisciana tomo las palabras de Rainer María Rilke de Cartas a un joven poeta: “Deje que la vida vaya sucediendo y traiga lo que tenga que traer. Créame la vida siempre, siempre tiene razón”. Buena Luna para todxs🌷 CD, septiembre 2021 Imagen: José Wren

  • 20 septiembre 2021

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