Luna Llena en Virgo

Plenilunio es la Oposición Sol Luna. El Sol, la consciencia, ilumina la Luna, base emocional. Un proceso que se inició en la Luna Nueva del 27 de agosto, llega a su clímax. Algo vinculado a temas Virgo, se muestra con claridad. Esta revelación emocional cierra el año astrológico. Es un cielo con mucha energía mutable que pide flexibilidad, adaptabilidad y fluidez. Piscis/Virgo es el eje de la existencia y del servicio. Se lo asocia a la polaridad caos/orden. Como toda polaridad, muestra dos lados de la misma realidad. El orden virginiano es sistémico, detallista, meticuloso. El orden pisciano es indescifrable, trascendente, superior y multidimensional. Esta Luna coincide con un movimiento astrológico muy importante; la entrada de Saturno en Piscis. Esta posición da la oportunidad de desarrollar sostén en el caos, confiar en procesos que no llegamos a entender y afinar la intuición como modo de conexión con la fuente. Este anclaje de energía colectiva y transpersonal se completará con la entrada de Plutón en Acuario el 23 de este mes. Sol, Mercurio y Neptuno en Piscis, mueven mucha energía oceánica que exacerba la emocionalidad, la sensibilidad y la conexión con los símbolos. Marte en Géminis en Cuadratura con Neptuno, y en T Cuadrada con la Luna y el Sol, pueden dar intentos de accionar desde lo mental, con oleajes de confusión y extrema sensibilidad, Fluir con lo que la vida trae, sin rigidez, cultivar el discernimiento y permitirnos cambios de opinión y de rumbo, son modos de danzar este momento. Urano en Tauro en sextil con el Sol y en Trígono con la Luna pide la incorporación de lo nuevo. Virgo se asocia a la salud, concebida como el equilibrio entre cuerpo, mente, emoción y energía (tierra, aire, agua y fuego). Urano parece proponer la integración del quinto elemento, el éter. Nos invita a conectar con nuestra parte inmortal, la ambrosía que Ganímedes, el copero de los dioses, derrama desde la constelación de Acuario. La Trijunción Júpiter, Quirón y Venus en Aries habla de un momento muy sanador. Los centauros, maestros, con receptividad y amorosidad venusina, expanden la herida para encontrar una nueva síntesis, orientación y sentido. Puede dar inicio a relaciones sanadoras y evolutivas, que expandan la consciencia. Esta Luna invita a descubrir el orden cósmico en la cotidianeidad “como es arriba es abajo, como es adentro es afuera” Iluminar nuestros hábitos y bajar la magia a nuestros rituales cotidianos. Abre el acceso al orden superior a través de la intuición, el arte, la meditación, la introspección y el silencio Como dice Rumi el gran poeta y místico persa “Cuanto más silencioso te vuelves, más puedes oír” Buena Luna para todxs